GKS 2232 4º: Guaman Poma, Nueva corónica y buen gobierno (1615)

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Fiestas solemnes que se han de guardar en este reino, pág. 654

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Que los dichos padres y curas de las dichas dotrinas an de hazer guardar las fiestas dichas. Fuera de las pasquas y fiestas que el Santo Concilio manda, se guarde las fiestas muy grandes que an de ser obligados a guardar en este rreyno y selebrar como Corpus Criste del año con mucha procición y dansas y taquies por los milagros y merced que Dios prometió y hizo en tienpo del Ynga Cinche Roca, milagro del apóstol de Jesucristo San Bartolomé rrepartido a estas Yndias del Pirú1. Lo que Dios mandó se hizo y a de acabar. Y ací salió el apóstol a la dicha prouincia del Collao al pueblo de Carabuco y Cacha el santo apóstol. Porque hicieron mal los yndios Collas del pueblo de Cacha, se quemó y se abrasó con el fuego que enbió Dios del cielo.

Es la gran fiesta, primero milagro de Dios; es la fiesta muy solene del señor San Bartolomé y por testigo dexó la santa crus de Carabuco. El segundo milagro que dexó Dios, la fiesta de la santa crus ques la primera que apareció y ubo en este rreyno, que dejó el apóstol San Bartolomé prensado en este rreyno por señal del santo milagro de la santa crus de Carabuco questá de presente por testigo y es la gran fiesta de la santa crus deste rreyno del Pirú.

El tersero es la fiesta muy grande y solene. Todos las fiestas que cayeren y los días de sáuados que cayeren la gran fiesta de la Madre de Dios, la Uirgen Santa María de Peña de Francia de la Uitoria, que hizo milagro la primera en la ciudad del Cuzco quando se rrebeló Mango Ynga contra don Francisco de Pizarro y don Diego de Almagro, cristianos el enbajador del enperador don Carlos de la gloriosa memoria.

Como los dichos ynfieles yndios se alsó y sercó con gran suma de yndios2 y le asercó para acaualle de matar a los cristianos, se le aparició la uirgen María en el ayre, una señora muy donzella y muy hermosa, rresplandeciente3. Y dizen los yndios que les echaua rrayos como sol la dicha señora y que trayýa una bestidura más blanca que la nieue y andaua defendiendo a los cristianos, echando tierra en los ojos de los yndios ynfieles.

Deste milagro testifican los mismos yndios y de ello lo e escrito, dando fe como del milagro de nuestra señora de Copacauana y del milagro de

/ taki /

1 Véase GP, pp. 88-93.

2 Véase Anónimo [1534], 1934 [Bib], cuando un puñado de europeos y sus aliados Cañari resistieron un sitio prolongado del Cuzco.

3 Véase GP, pp. 404-405.